NO PIERDAS TIEMPO BUSCANDO EL PUNTO G !!!
El punto G está en el oído,
buscarlo en cualquier otro lugar es una
pérdida de tiempo.
Isabel Allende
El llamado Punto G, fue llamado así por el ginecólogo alemán Ernst Graefenberg, quien fue quien supuestamente lo descubrió en los años 50. Sería un punto muy sensible de la vagina, que al estimularlo produciría una fuerte excitación y facilitaría llegar a orgasmos cual estrella de cine porno.
La realidad es que no hay evidencia de que el famoso Punto G exista.
El éxito , mas mediático que sexual de este punto tiene que ver con un fenómeno que se viene dando hace años, que es la cosificación y mecanización de la sexualidad. Hoy más que nunca suena raro que algo no se maneje con botones, y lo que hacemos es una transpolación del funcionamiento del equipo de música , de la calculadora o de la licuadora a la sexualidad femenina.
Y no esta demás recordar que la mujer no es un electrodoméstico mas, que se prende o apaga tocando uno u otro botón. Tantos los hombres como las mujeres somos bastante más complejos. Lamentablemente para muchos, es más difícil comprender la sexualidad que manejar la play.
Todo el cuerpo es una gran zona erógena, y cada uno tendrá que encontrar cuales son las zonas que mas placer le generan al ser estimuladas, pero si algo es seguro, es que el estimulo más excitante no es el que deviene de buscar un punto, como si tuviésemos que elegir que botón tocar del portero eléctrico, hasta acertar el indicado.
Los encuentros más excitantes son aquellos en los que se logra generar un clima de intimidad, respeto y confianza. Ver al otro como una totalidad, entregarse al placer del encuentro sin expectativas, y estar al 100% presentes en el momento es lo que nos va a ayudar , no a encontrar el famoso Punto G, sino a convertirnos nosotros mismos en un Punto de Placer.
El nuevo Punto P sos vos, entero/a , y no se descubre, se construye.
El nuevo punto P se construye a partir de la autoexploración del cuerpo, de todo el cuerpo, no solo los genitales.
Pero conocernos es una tarea larga, tan larga como nuestra vida, porque a medida que no conocemos , cambiamos. Con lo cual , por suerte, siempre hay algo nuevo para conocer. Y algo no tan nuevo por reconocer.
La propuesta en animarse a explorar tu propio cuerpo, a reconocerlo, a disfrutarlo y después, compartir este placer con otro/a, para seguir conociéndote.
Y te puedo asegurar que cuanto más exploras, mas experimentas, más te conoces y más disfrutas.
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