Lo que sucede con las parejas que participan en
sesiones de Terapia Sexual es que además de resolver el problema puntual, que
puede ir desde un problema de eyaculación precoz, hasta una anorgasmia o falta
de deseo, es que la sexualidad en su conjunto se enriquece.
Los problemas sexuales se resuelven jugando, y el tratamiento
es exitoso si la pareja está dispuesta y se anima a recuperar el carácter lúdico
que la sexualidad nunca tiene que perder. Si se toman el tratamiento de esa
manera, el éxito es seguro.
En la primera
sesión me ocupo de conocer la dinámica de la relación, para después comenzar a
sugerir juegos y actividades que tienen que ir haciendo semana a semana.
Los problemas no se resuelven de una semana a otra, pero rápidamente se van observando cambios y avances.
Es fundamental un compromiso activo y dinámico con el
tratamiento, pero no se trabaja desde el esfuerzo o el sacrificio, porque ni el
tratamiento ni la sexualidad tienen que ser un esfuerzo. Ya sabemos que la
mejor manera de aprender es jugando y que se puede aprender desde un lugar
positivo y sin castigos. Lo mismo sucede con la sexualidad y el tratamiento.
En muchos casos surgen problemas de pareja que subyacen al
problema sexual, y los vamos trabajando en la medida que aparecen, pero también
se trabaja desarrollando la habilidad de poder separar las cosas. Y en esto
trabajamos para discutir cuando tenemos que discutir, para resolver problemas
cuando tenemos que resolver problemas y para disfrutar cuando es el momento de
disfrutar.
No creo que los problemas se resuelven en la cama. En la cama o donde mas les guste tienen que disfrutar y después ocuparse de
resolver cada problema en el lugar y momento que sea mas favorable. Pero lo que no podemos negar es que tener una vida
sexual placentera nos ayuda a ver las
cosas de otra manera.
Por todo esto, una pareja tiene que consultar a
un sexólogo no solo cuando tiene un problema sexual , sino también cuando
quiere mejorar su vida sexual o recuperar espacios que con el tiempo y la
rutina muchas veces se van perdiendo.